Una de las actividades más destacadas en el mundo de las mascotas es el enseñar a un perro a buscar y traer objetos, un acto que no solo fortalece el vínculo entre el dueño y la mascota, sino que también estimula mentalmente al animal, ayudándole a mantenerse activo. Aunque pueda parecer una tarea simple, requiere paciencia, consistencia y un enfoque estructurado para que el perro comprenda las instrucciones y disfrute del proceso, por lo que es importante tener en cuenta que cada perro tiene su propio ritmo de aprendizaje, siendo fundamental adaptar el entrenamiento a las necesidades específicas de cada animal. Este tipo de actividad es especialmente útil para perros con mucha energía o razas que tienden a ser trabajadoras, como los retrievers, pastores o border collies.

El entrenamiento para buscar y traer objetos puede iniciarse desde una edad temprana, aunque también es posible enseñar esta habilidad a perros adultos. La clave está en utilizar métodos positivos que refuercen el buen comportamiento, como recompensas con golosinas o elogios, evitando siempre castigos o situaciones que puedan generar estrés en el animal. Además, elegir el lugar adecuado para entrenar, con pocas distracciones y suficiente espacio, facilitará el proceso. En este artículo, vamos a compartir los pasos necesarios para enseñar esta habilidad, los materiales que podrían ser útiles e incluso algunos consejos para solucionar problemas comunes que puedan surgir durante el entrenamiento.

La preparación adecuada tanto en herramientas como en el ambiente

Antes de comenzar con el entrenamiento, es fundamental preparar un ambiente adecuado y contar con las herramientas necesarias para facilitar el aprendizaje, siendo el lugar donde se llevará a cabo la sesión lo primero que se debe considerar. Un espacio amplio y seguro, preferiblemente en el interior o en un jardín cercado, es recomendable para evitar distracciones o riesgos externos, pues el asegurarse de que el lugar sea tranquilo ayudará al perro a concentrarse en la tarea. En cuanto a los materiales, elegir un objeto adecuado es clave, por lo que este puede ser un juguete, una pelota o un frisbee, dependiendo de las preferencias del perro y de su tamaño, solo toma en cuenta que tanto los objetos blandos como fáciles de morder suelen ser mejores para los principiantes.

Otra recomendación es tener golosinas a mano para reforzar positivamente el buen comportamiento, tomando en cuenta que estas deben ser pequeñas, sabrosas y de fácil consumo, para no interrumpir el flujo del entrenamiento. También es necesario que el entrenador adopte una actitud positiva y paciente durante las sesiones, pues los perros son muy receptivos al estado emocional de sus dueños, por lo que un enfoque calmado y alentador marcará la diferencia. Dividir el entrenamiento en sesiones cortas, de 10 a 15 minutos, ayudará a evitar que el perro se aburra o se frustre, manteniendo su interés y motivación en todo momento.

Introduciendo el comando de «buscar»

El primer paso para enseñar a un perro a buscar y traer objetos es introducir el comando de “buscar”, un comando que debe asociarse con la acción de correr hacia el objeto y tomarlo con la boca. Para lograr esto, es necesario empezar con un objeto que el perro ya reconozca o con el que le guste jugar, entonces se le debe mostrar el objeto y lanzarlo a una corta distancia, siendo esta una buena manera de iniciar. Cuando el perro se acerque al objeto, se le debe elogiar verbalmente para reforzar la acción, por lo que si toma el objeto con la boca, se puede premiar con una golosina o caricia, reforzando así el comportamiento deseado.

En esta etapa, no es necesario que el perro regrese con el objeto, de hecho, el objetivo principal es que aprenda a identificar y recoger el objeto lanzado. Repetir este proceso varias veces, siempre utilizando el mismo comando, ayudará a consolidar el aprendizaje, por lo que es importante ser consistente con las palabras utilizadas y el tono de voz. Los comandos claros y un tono amable facilitarán que el perro comprenda lo que se espera de él. Además, es aconsejable el evitar frustrarse si el perro no responde inmediatamente, ya que el aprendizaje puede tomar tiempo, especialmente para aquellos perros que no están acostumbrados a este tipo de actividades.

Enseñando el retorno del objeto

Una vez que el perro ha aprendido a buscar el objeto, el siguiente paso es enseñarle a regresar con él, aunque para esto, se puede utilizar un comando como “ven” o “trae”, que se asocie con la acción de regresar al dueño con el objeto en la boca. Es útil comenzar este proceso en distancias cortas, llamando al perro con un tono alegre y mostrando una golosina como recompensa. Si el perro se acerca pero deja caer el objeto antes de llegar, no se debe castigar, en su lugar, se puede recoger el objeto y volver a lanzarlo, reforzando siempre la acción de regresar.

Una técnica efectiva es agacharse al nivel del perro, lo que puede hacer que se sienta más cómodo y propenso a regresar con el objeto, y, con el tiempo, el perro asociará el comando con la acción completa de buscar y traer el objeto. Es posible que algunos perros necesiten más tiempo para comprender esta parte del entrenamiento, aunque la clave está en ser constante y paciente, ofreciendo recompensas generosas cuando logren cumplir con la tarea correctamente. También se puede alternar entre diferentes juguetes para mantener el interés del perro y evitar que se aburra.

Resolviendo problemas comunes durante el entrenamiento

Durante el proceso de enseñar a un perro a buscar y traer objetos, es completamente natural que surjan algunos desafíos, siendo uno de los problemas más comunes el que el perro pierda interés rápidamente. Para evitar esto, es importante mantener las sesiones de entrenamiento cortas y divertidas, utilizando juguetes o golosinas que realmente motiven al animal, incluso el cambiar de ubicación o introducir nuevos juguetes también puede ayudar a mantener su atención. Otro problema frecuente es que el perro no quiera soltar el objeto una vez que lo ha traído, pero en estos casos, se puede utilizar un comando específico como “suelta”, acompañado de una recompensa inmediata cuando obedezca.

Por otro lado, es importante no convertir este momento en una lucha por el objeto, ya que podría generar frustración tanto para el perro como para el dueño. Utilizar un segundo juguete como intercambio puede ser una estrategia efectiva para enseñar esta parte del proceso. Finalmente, algunos perros pueden mostrarse temerosos o inseguros durante el entrenamiento. En estos casos, es fundamental actuar con calma y no forzar al animal a realizar ninguna acción. Reforzar con elogios y recompensas incluso los pequeños progresos ayudará a aumentar su confianza y a mejorar la experiencia de aprendizaje.