Mudarse a las islas Canarias es una experiencia emocionante, ya que se trata de un destino único con un clima privilegiado y un estilo de vida más relajado. Sin embargo, cuando se tienen mascotas, la planificación de este tipo de mudanza Canarias Península adquiere un nivel extra de responsabilidad. A diferencia de los objetos personales, los animales requieren cuidados específicos, preparación previa y un traslado adaptado a sus necesidades para garantizar que el proceso sea lo menos estresante posible.
Una mudanza de este tipo implica varios aspectos a tener en cuenta, tales como la normativa de transporte de animales, la elección del medio de traslado, la preparación psicológica y física de la mascota, además de la adaptación al nuevo hogar. Todo esto puede parecer abrumador, pero con una buena organización y con el conocimiento adecuado de los pasos, el cambio puede convertirse en una travesía segura y positiva tanto para la mascota como para su dueño.

En este artículo veremos paso a paso cómo organizar una mudanza con nuestras mascotas a las islas Canarias. Para ello, hablaremos de la preparación inicial, el proceso, la llegada y la adaptación. Siguiendo las recomendaciones, se podrá estar más seguro de que tu compañero peludo viva la experiencia de forma más tranquila, sin riesgos para su salud ni complicaciones logísticas durante el traslado.
Preparativos antes del viaje
La organización de una mudanza con mascota comienza mucho antes del día del traslado. Lo primero es acudir al veterinario para asegurarse de que el animal esté en buen estado de salud y al día con sus vacunas. En el caso de los viajes a Canarias, se exige que las mascotas tengan microchip, cartilla sanitaria actualizada y vacunación antirrábica vigente. Además, conviene solicitar un certificado de salud expedido por el veterinario, que en algunos casos puede ser requerido por la aerolínea o la naviera.
También es importante acostumbrar al animal a su transportín o su jaula de viaje. Este paso es fundamental para reducir el estrés del traslado, ya que muchos animales no están habituados a pasar tiempo en estos espacios. Colocar dentro una manta con su olor o algunos juguetes puede hacer que lo asocien con un entorno seguro. Asimismo, practicar trayectos cortos en coche con el transportín antes de la mudanza puede ser de gran ayuda.

Finalmente, prepara se debe preparar un kit de viaje con todo lo que tu mascota pueda necesitar durante el trayecto, es decir, agua, comida y algún accesorio que le brinde confort.
Transporte – Avión o barco
El traslado de mascotas a las islas Canarias puede realizarse tanto por vía aérea como marítima. En el caso del avión, la normativa varía según la aerolínea. Algunas permiten llevar animales pequeños en cabina, siempre que no superen un peso determinado, mientras que las mascotas de mayor tamaño deben viajar en la bodega, en transportines homologados. Este método es rápido, pero puede generar ansiedad, por lo que es clave elegir una aerolínea con buenas condiciones para el transporte de animales.
Por otro lado, viajar en barco es una opción más lenta, pero en muchos casos resulta menos estresante para la mascota. Los ferris que conectan la península con las islas Canarias suelen disponer de camarotes pet-friendly o espacios específicos para animales, lo que permite que viajen más acompañados y con mayor comodidad. Este medio es especialmente recomendable para dueños que desean estar cerca de sus mascotas durante todo el trayecto.
A la hora de elegir entre avión o barco, se debe valorar el carácter y necesidades de la mascota. Un animal nervioso o que nunca ha estado en transportín puede sentirse mejor en barco, mientras que uno acostumbrado a viajar puede adaptarse sin problemas a un vuelo. En cualquiera de los casos, puede ser interesante viajar con poco equipaje para «sobrevivir» y contratar una empresa de mudanzas a Canarias para llevar el resto.
Normativa y documentación

Antes de emprender una mudanza con animales a las islas Canarias, es esencial conocer la normativa. Al tratarse de un territorio insular con controles específicos, se exige que los animales estén identificados con microchip y tengan todas las vacunas necesarias al día, especialmente la vacuna antirrábica. Además, algunos municipios pueden establecer requisitos adicionales para determinadas especies o razas.
Otro punto importante es contar con el pasaporte europeo para animales de compañía, en el caso de que se viaje desde fuera de España o se planeen futuros desplazamientos. Este documento incluye toda la información sanitaria del animal y facilita la movilidad dentro de la Unión Europea. Para viajes internos desde la península, suele bastar con la cartilla sanitaria oficial sellada por el veterinario.
Por último, se deben revisar las condiciones de la compañía de transporte elegida, ya que cada aerolínea o barco puede solicitar documentación extra, como certificados de salud expedidos en las 48 o 72 horas previas al viaje. Cumplir con todos estos requisitos evitará contratiempos durante la mudanza y garantizará que la mascota pueda entrar a Canarias sin ningún problema.
Adaptación al nuevo hogar en Canarias
Una vez se llegue a las islas Canarias, comienza una fase igual de importante; la adaptación de tu mascota al nuevo entorno. Al tratarse de un cambio grande, es normal que los animales muestren nerviosismo o inseguridad durante los primeros días. Lo mejor es darles tiempo y mantener rutinas similares a las que tenían en su antiguo hogar para transmitirles seguridad y estabilidad.
En estos casos es recomendable preparar un espacio en la nueva vivienda con sus objetos familiares, como su cama, comedero, juguetes y mantas. Estos elementos le darán confianza y harán que perciba el nuevo hogar como un entorno seguro. Por otro lado, se debe evitar la exposición de golpe a demasiados estímulos, como paseos largos o visitas de desconocidos.
Además, se deben tener en cuenta las particularidades del clima en Canarias. Aunque es agradable y templado durante todo el año, puede ser más caluroso que en la península, dependiendo de la zona. Por ello, hay que asegurarse de que el animal tenga acceso constante a una zona con agua fresca, sombra y ventilación adecuada. Con el tiempo, se adaptará perfectamente a la vida en las islas y podrá disfrutar de paseos junto al mar o en entornos naturales únicos.