Al momento de pasear con nuestro perro por la calle, es común encontrarnos con diversos objetos en el suelo que pueden resultar peligrosos si los ingiere, desde restos de comida hasta sustancias tóxicas o cuerpos extraños, estos elementos pueden poner en riesgo su salud, provocando desde una simple indigestión hasta problemas médicos graves. Por ello, enseñarle a nuestro perro a no recoger cosas del suelo es una medida preventiva fundamental para su bienestar, y aunque pueda parecer un comportamiento natural debido a su instinto explorador, es posible corregirlo con técnicas de entrenamiento adecuadas y estrategias que refuercen hábitos seguros durante los paseos diarios.
La mayoría de los dueños de mascotas enfrentan dificultades para evitar que su perro coma cosas del suelo, especialmente cuando la conducta ya está arraigada, sin embargo, con paciencia y constancia, es totalmente posible modificar este comportamiento. En este sentido, es fundamental comprender que un perro no solo come del suelo por hambre, sino también por curiosidad, ansiedad o simple costumbre, por ello, además de entrenarlo, también debemos atender cualquier factor subyacente que pueda estar incentivando este hábito. En este artículo, vamos a abordar diversas estrategias para evitar que un perro coma cosas del suelo en la calle, desde la educación y el uso de comandos hasta la implementación de medidas de seguridad durante los paseos.
Entrenamiento con el comando «deja» o «suelta»

Uno de los métodos más efectivos para evitar que un perro recoja objetos del suelo es enseñarle el comando «deja» o «suelta», una instrucción que le permitirá entender que debe desistir de tomar algo en su boca cuando se lo indiquemos. Para enseñarlo, es recomendable iniciar en casa con premios o juguetes, ofreciéndole un objeto y, cuando intente tomarlo, decir «deja» con firmeza. En el caso de obedecer, se le recompensa con un premio o con una caricia, reforzando así la conducta positiva.
Una vez que el perro haya interiorizado el comando, se debe practicar en entornos controlados al aire libre, aumentando progresivamente la dificultad, pero utilizando una correa corta al principio que ayudará a corregir cualquier intento de desobediencia. Además, es fundamental ser constante en la aplicación del comando durante los paseos, asegurándonos de reforzar la conducta con recompensas cada vez que obedezca. De esta manera el perro aprenderá con el tiempo a ignorar objetos potencialmente peligrosos en el suelo.
Uso del bozal como medida preventiva
En algunos casos, especialmente cuando el perro ya ha desarrollado el hábito de comer del suelo de manera compulsiva, el uso del bozal puede ser una solución temporal bastante efectiva. En este sentido, existen bozales diseñados para permitir que el perro jadee y beba agua sin dificultad, pero que impiden que ingiera objetos extraños, sin embargo, antes de implementarlo, es importante acostumbrar al perro progresivamente para evitar que lo rechace o le genere estrés.
El bozal no debe ser visto como un castigo, sino como una herramienta de seguridad, por lo que se recomienda colocarlo en situaciones específicas, como paseos por zonas donde haya residuos o lugares donde se dificulte el control total del perro. En paralelo, se debe continuar con el entrenamiento para que el perro aprenda a autocontrolarse a largo plazo sin necesidad de esta herramienta.
Mantener una buena alimentación y enriquecimiento ambiental

Algunos perros tienden a recoger cosas del suelo porque sienten hambre o carecen de una alimentación equilibrada, así que asegurarnos de que reciba una dieta adecuada y completa ayudará a reducir este comportamiento. En algunos casos, un perro puede buscar comida en la calle debido a deficiencias nutricionales, por lo que una consulta con el veterinario para evaluar su alimentación es una medida recomendable.
Otro punto de enfoque es la estimulación tanto mental como física a lo largo día, ya que si no recibe la suficiente, podrían originarse problemas. Un perro aburrido o con exceso de energía podría desarrollar comportamientos compulsivos, como la ingesta de objetos inadecuados, por lo tanto el proporcionarle juguetes interactivos, ejercicios de olfato y rutinas de juego ayudará a mantenerlo entretenido, así como a disminuir la necesidad de explorar con la boca durante los paseos.
Supervisión activa durante los paseos
La vigilancia constante es otro de los factores clave para evitar que el perro coma cosas del suelo, pues llevarlo con una correa de longitud controlada y estar atentos a su comportamiento nos permitirá intervenir rápidamente si intenta recoger algo. Un arnés con buena sujeción también puede facilitar el control, evitando tirones bruscos cuando el perro detecte algo que le llame la atención.
En este sentido, anticiparnos a su comportamiento es una estrategia efectiva, ya que si conocemos las zonas donde suele haber comida o basura, podemos desviar su atención con un juguete o un premio antes de que se enfoque en el objeto no deseado. De esta manera, evitamos la necesidad de correcciones constantes y fortalecemos su capacidad de autocontrol mediante el refuerzo positivo. Aplicando estas medidas de manera consistente, podremos reducir el riesgo de que nuestro perro ingiera sustancias peligrosas y mejorar su seguridad durante los paseos diarios.