Cuando hablamos de los acuarios domésticos, uno de los fenómenos que más llama la atención es el cambio de color que presentan algunos peces que viven en ellos. Aunque a simple vista puede parecer un efecto estético o una reacción al entorno, en realidad se trata de un proceso complejo influido por múltiples factores. La capacidad de algunos peces para cambiar de color es un mecanismo natural que cumple diversas funciones en su vida diaria, desde la adaptación a su ambiente hasta la manifestación de su estado de salud. Para los dueños de acuarios, es importante conocer estas causas, así como los factores que las influyen para proporcionarles el cuidado necesario y entender mejor su comportamiento.
Desde aspectos como la luz o la temperatura, hasta la salud y el estado emocional de los peces, es importante conocer cómo diversos elementos influyen en el color y apariencia de estas criaturas acuáticas. En este artículo, vamos a explorar en profundidad por qué algunos peces cambian de color en acuarios domésticos, analizando los factores que desencadenan este fenómeno y cómo el ambiente controlado del acuario puede acentuar o alterar este proceso. Si tienes peces en casa y has notado cambios en sus colores, este artículo te ofrecerá una guía para comprender mejor lo que podría estar ocurriendo en tu acuario y cómo cuidar de sus habitantes de la mejor manera posible.
Factores ambientales como la luz y la temperatura

Uno de los factores más influyentes en el cambio de color de los peces es la luz, puesto que la iluminación del acuario, tanto en intensidad como en duración, puede alterar los pigmentos en la piel de los peces. En condiciones de poca luz, algunos peces pueden exhibir colores más apagados o menos intensos, mientras que en un ambiente bien iluminado, sus colores pueden volverse más vivos. La razón detrás de esto es la capacidad de algunos peces para ajustar sus pigmentos de acuerdo a la luz, un mecanismo que les permite camuflarse en su entorno natural o protegerse de los depredadores.
La temperatura del agua también juega un papel significativo en la coloración de los peces, ya que, por ejemplo, en aguas frías los peces tienden a mostrar colores más oscuros o apagados, mientras que en ambientes más cálidos, sus colores pueden intensificarse. La temperatura no solo afecta su metabolismo, sino también la actividad de los cromatóforos, las células responsables de los cambios de color. Por lo tanto, mantener una temperatura tanto estable como adecuada en el acuario es importante para que los peces se desarrollen con normalidad y presenten un color saludable.
Alimentación y nutrición
La dieta de los peces tiene un impacto directo en su coloración, pues los alimentos ricos en carotenoides, por ejemplo, pueden intensificar los tonos rojos, naranjas y amarillos en ciertas especies. En la naturaleza, estos compuestos se encuentran en crustáceos, algas y otros elementos de su dieta que les ayudan a mantener sus colores vibrantes. En un acuario doméstico, proporcionar una dieta balanceada que incluya alimentos específicos para intensificar el color es determinante para su bienestar.
Además de los carotenoides, existen otros nutrientes y suplementos que pueden influir en la coloración, como por ejemplo, la espirulina, que es una alga rica en pigmentos la cual funciona como complemento que puede ayudar a resaltar los colores azules y verdes en algunos peces. Sin una nutrición adecuada, es común que los peces pierdan intensidad en sus colores, lo que es una señal de que su salud puede estar comprometida, por ello, una alimentación variada y rica en nutrientes es clave para que los peces luzcan su mejor apariencia.
Adaptación al entorno y camuflaje

Muchos peces poseen la capacidad de adaptarse visualmente a su entorno, una habilidad que en la naturaleza les ayuda a protegerse de los depredadores o a integrarse mejor en su hábitat. En un acuario, aunque no existan amenazas de depredadores, los peces pueden seguir adaptándose al entorno, alterando su color para mimetizarse con las plantas, rocas y decoraciones. Esta adaptación puede ser más evidente en especies como los peces camaleón o los cíclidos, que tienen una gran capacidad para cambiar de color en función del ambiente.
Este cambio de color, en un entorno controlado como el acuario, puede ser menos pronunciado que en la naturaleza, pero aún es perceptible y depende en gran medida de los elementos decorativos y el tipo de sustrato en el acuario. Optar por una decoración que imite el hábitat natural de los peces puede influir positivamente en su coloración, permitiéndoles mostrar su gama completa de colores.
Cambios de color relacionados con la madurez y el ciclo reproductivo
En algunas especies, el cambio de color está directamente relacionado con su etapa de vida o su estado reproductivo, ya que muchos peces muestran colores más intensos durante la época de reproducción, lo cual les ayuda a atraer parejas. Este cambio es particularmente visible en especies como los bettas y algunos cíclidos, donde los machos adoptan colores vibrantes para llamar la atención de las hembras. Asimismo, a medida que los peces envejecen, su coloración puede variar y, en algunos casos, tornarse más apagada.
Este proceso de cambio de color relacionado con la madurez y reproducción es un aspecto natural del ciclo de vida de los peces. Los propietarios de acuarios pueden observar estos cambios y reconocer cuándo sus peces están listos para reproducirse o han alcanzado una nueva etapa de madurez. Es importante entender que estos cambios no necesariamente indican problemas de salud, sino que forman parte de su desarrollo natural.