Los gatos por lo general están asociados a comportamientos misteriosos, extraños, excéntricos e incluso cómicos, y aunque son conocidos por su independencia, estos animales también son expertos en comunicación, utilizando su cuerpo para transmitir una gran variedad de emociones y estados de ánimo. A diferencia de los perros, los gatos no suelen ser tan explícitos en su lenguaje corporal, lo que a veces puede llevar a malentendidos entre ellos y sus dueños. Sin embargo, aprender a interpretar las señales corporales de tu gato es necesario para entenderlo mejor y fortalecer el vínculo que compartes con él. Comprender el lenguaje corporal de los gatos no solo te ayudará a identificar cuándo tu gato está contento, relajado o ansioso, sino que también te permitirá reconocer cuándo puede estar enfermo o necesitando atención médica.

Las señales pueden ser sutiles, pero una vez que aprendas a identificarlas, te será mucho más fácil saber qué está pensando o sintiendo tu felino. A lo largo de este artículo, vamos a explorar las distintas formas en que los gatos se comunican a través de su cuerpo, desde la posición de sus orejas hasta los movimientos de su cola, y te brindaremos herramientas para que puedas leer y responder a estas señales de manera efectiva. Así mismo, desglosaremos algunas de las posturas y comportamientos más comunes en los gatos, y cómo interpretarlas para mejorar la convivencia y cuidado de tu mascota. Ya seas un nuevo dueño de gatos o tengas años de experiencia con ellos, este conocimiento te será invaluable para asegurar el bienestar y felicidad de tu compañero peludo.

La posición de las orejas y los ojos

Uno de los indicadores más claros del estado de ánimo de un gato es la posición de sus orejas y ojos, ya que las orejas de un gato son extremadamente móviles, capaces de girar, moverse hacia adelante, hacia atrás, e incluso mantenerse planas contra la cabeza. Estas posiciones no son arbitrarias; cada una transmite una emoción específica, por ejemplo, cuando un gato tiene las orejas hacia adelante, generalmente está en un estado de alerta, curioso o interesado en algo que está observando. Por el contrario, si las orejas están planas contra la cabeza, es una señal de que el gato está asustado, enojado o se siente amenazado.

Los ojos también son una ventana al estado emocional del gato, pues cuando estos se sienten relajados y cómodos suelen tener los ojos entreabiertos, e incluso pueden parpadear lentamente, lo que se considera un gesto de confianza y afecto. Si un gato te mira fijamente sin parpadear, puede estar tratando de comunicarse o puede sentirse incómodo o en guardia. Además, la dilatación de las pupilas puede indicar miedo, estrés o excitación, dependiendo del contexto. Por ejemplo, un gato que está jugando puede tener las pupilas dilatadas debido a la emoción, mientras que un gato asustado también puede tenerlas dilatadas como respuesta a una amenaza percibida, así que entender estos matices es importante para interpretar correctamente lo que tu gato está intentando decirte.

La posición y movimientos de la cola

La cola de un gato es una extensión de su personalidad y una herramienta de comunicación muy poderosa, ya que los diferentes movimientos y posiciones de la cola pueden darte una pista sobre cómo se siente tu gato en un momento dado. Por ejemplo, una cola erguida y con la punta ligeramente curvada generalmente indica que el gato está feliz y confiado, dispuesto a interactuar contigo, así que este es un buen momento para acariciarlo o jugar con él. Por otro lado, si la cola está completamente baja o entre las patas, el gato puede estar asustado o sumiso.

Entender estos movimientos y posiciones te ayudará a evitar situaciones que puedan estresar a tu gato y a identificar cuándo es un buen momento para interactuar con él. La cola es una de las partes más expresivas del cuerpo de un gato, y aprender a leerla puede mejorar significativamente tu capacidad para comunicarte con tu mascota. Por lo tanto, es importante prestar atención a otros movimientos de la cola, como los siguientes:

  • Cola erguida con punta curvada: Puede indicar felicidad y confianza.
  • Cola baja y esponjada: Indica miedo o agresividad.
  • Cola ondulante: Puede indicar excitación o irritación.
  • Cola batiendo: Por lo general, indica frustración o enojo.
  • Cola inmóvil con punta temblorosa: Puede indicar anticipación o excitación.

Si estás iniciando una relación con tu compañero felino, el compartir tiempo juntos te mostrará los comportamientos específicos de tu mascota, por lo que es importante que prestes atención.

El lenguaje del cuerpo en situaciones sociales

Los gatos también usan todo su cuerpo para comunicar su disposición social, ya sea con otros gatos, con humanos, o incluso con otras mascotas. Cuando un gato se frota contra ti o contra otro gato, está marcando su territorio y mostrando afecto. Este comportamiento, llamado «frotamiento de cabeza» o «bunting», es una señal de que el gato se siente seguro y quiere fortalecer los lazos sociales. Es una manera de compartir su olor, lo que es una parte importante de cómo los gatos se identifican y reconocen entre sí.

Otro aspecto del lenguaje corporal social de los gatos es la posición de su cuerpo en general, pues un gato que se acerca con el cuerpo relajado y las patas delanteras ligeramente flexionadas está mostrando una actitud amistosa y receptiva. En cambio, un gato que se mantiene erguido, con el cuerpo tenso y las patas rígidas, puede estar sintiendo desconfianza o estar listo para defenderse. Las posturas de sumisión, como agacharse con el cuerpo pegado al suelo, indican que el gato se siente vulnerable o ansioso, especialmente en situaciones donde puede haber un conflicto. Estas señales son clave para entender cómo se siente tu gato en presencia de otros, y cómo podrías intervenir para asegurar un ambiente más tranquilo y armonioso.

Comportamientos de advertencia

Aunque los gatos son animales generalmente pacíficos, también tienen formas de advertirnos cuando se sienten incómodos o en peligro, así que reconocer estos comportamientos puede ayudarte a evitar situaciones que podrían llevar a un conflicto o a un ataque. Una de las señales más evidentes es el siseo, un sonido que los gatos emiten cuando se sienten amenazados. Este ruido, acompañado generalmente de una postura defensiva como el arqueo de la espalda y la erización del pelo, indica que el gato está asustado y listo para defenderse si es necesario.

Además del siseo, hay otros comportamientos que funcionan como advertencias, por ejemplo, un gato que está a punto de atacar puede golpear con la pata de forma rápida, como un aviso previo a morder o arañar. También es común que los gatos emitan un gruñido bajo cuando están enfadados o asustados, otra clara indicación de que debes dejarlo tranquilo. Entender y respetar estos comportamientos es fundamental para mantener una relación saludable con tu compañero gatuno y evitar incidentes desagradables.