La sordera en los gatos es una condición que puede presentarse desde el nacimiento o desarrollarse con el tiempo debido a diferentes factores. Aunque los felinos poseen sentidos altamente desarrollados, la pérdida auditiva puede pasar desapercibida durante un tiempo, ya que estos animales se adaptan rápidamente a los cambios en su percepción sensorial. En muchos casos, los dueños solo sospechan que su gato podría ser sordo cuando notan alteraciones en su comportamiento o una falta de respuesta a sonidos habituales, pero para poder identificar esta condición, es fundamental conocer las señales que pueden indicar una posible sordera y comprender cómo esta afecta la vida diaria del animal.
En los gatos, la sordera puede ser unilateral o bilateral, es decir, afectar un solo oído o ambos, por lo que, aquellos que son sordos de nacimiento, especialmente los de pelaje blanco con ojos azules, pueden mostrar comportamientos particulares desde una edad temprana. Por otro lado, si la pérdida de audición ocurre a lo largo de la vida, los signos pueden ser más sutiles y progresivos, aunque independientemente del origen de la sordera, es necesario observar atentamente a nuestra mascota para detectar cualquier cambio y tomar las medidas necesarias que le permitan seguir disfrutando de una vida tanto plena como segura.
Señales de que un gato puede ser sordo

Uno de los indicios más evidentes de que un gato podría estar sufriendo de sordera es su falta de respuesta a los sonidos cotidianos, pues si el felino no reacciona cuando se le llama por su nombre, cuando se abren puertas o se encienden aparatos ruidosos, esto podría indicar que no está percibiendo los sonidos de su entorno. Además, los gatos sordos suelen dormir más profundamente que aquellos con audición normal, ya que no pueden escuchar ruidos que normalmente los despertarían.
Otro comportamiento característico es el aumento en la vocalización, pues los gatos sordos pueden maullar más fuerte y con mayor frecuencia, ya que no pueden escuchar su propia voz y, por lo tanto, no regulan su volumen de manera adecuada. Además, pueden mostrarse más fáciles de asustar cuando alguien se acerca por detrás sin que lo noten, lo que indica una falta de percepción auditiva en su entorno.
Causas de la sordera en los gatos
Existen diversas razones por las cuales un gato puede perder la audición, pero una de las principales es la sordera congénita, que se da principalmente en felinos con pelaje blanco y ojos azules debido a una predisposición genética. En estos casos, los gatos nacen sin capacidad auditiva y deben aprender a desenvolverse en su entorno utilizando otros sentidos, como el tacto y la vista.
Por otro lado, la sordera adquirida puede deberse a infecciones en el oído, acumulación excesiva de cerumen, lesiones traumáticas o incluso el envejecimiento natural del gato. Las infecciones del oído interno pueden provocar una pérdida de audición temporal o permanente si no se tratan a tiempo. De la misma manera, ciertos medicamentos ototóxicos pueden afectar el sistema auditivo del animal, causando deterioro progresivo en su capacidad para percibir sonidos.
Cómo confirmar si un gato es sordo

Para determinar si un gato realmente sufre de sordera, es posible realizar algunas pruebas caseras sencillas, siendo una de ellas el hacer ruidos fuertes a su alrededor sin que el gato pueda ver el origen del sonido. Si el felino no reacciona ante aplausos, chasquidos de dedos o el sonido de un objeto que cae, podría ser una señal de pérdida auditiva. También es recomendable observar si el gato responde a vibraciones o cambios en la luz, lo que indicaría que ha desarrollado otros sentidos para compensar la falta de audición.
No obstante, para obtener un diagnóstico preciso, lo mejor es acudir a un veterinario, quien podrá realizar pruebas especializadas, como la evaluación del reflejo auditivo del tronco encefálico (BAER, por sus siglas en inglés). Este examen permite medir la actividad del nervio auditivo y determinar el grado de sordera del animal, por lo que, con un diagnóstico confirmado, se pueden tomar medidas adecuadas para mejorar la calidad de vida del felino.
Cuidados especiales para gatos sordos
En el caso de que un gato haya sido diagnosticado con sordera, es recomendable realizar ajustes en su entorno para garantizar su seguridad y bienestar. Una de las medidas es el evitar que el gato salga al exterior sin supervisión, lo cual es delicado ya que no podrá escuchar peligros como el ruido de los coches o la presencia de depredadores. En su lugar, se recomienda proporcionarle un espacio seguro dentro del hogar, donde pueda moverse con libertad y sin correr riesgos.
Para comunicarse con un gato sordo, es útil emplear señales visuales y vibraciones, por ejemplo, encender y apagar luces puede ser una forma efectiva de llamar su atención. Además, establecer rutinas y utilizar gestos consistentes ayuda a que el gato asocie determinadas acciones con ciertos significados. Con paciencia y refuerzo positivo, un gato sordo puede adaptarse perfectamente a su condición y disfrutar de una vida plena junto a su familia humana.