Uno de los comportamientos más curiosos en los gatos es su aparente rechazo a dormir en las camas que les compramos específicamente para ellos, pues mientras algunos disfrutan de una cama personalizada con todo el confort, otros simplemente prefieren cualquier otro sitio de la casa, como el sofá, una silla o incluso una simple caja de cartón. Esta conducta puede desconcertar a los dueños pero detrás hay diversas explicaciones relacionadas con la naturaleza instintiva y la particular psicología de los gatos. Comprender por qué los gatos eligen ciertos lugares para dormir y rechazan otros nos puede dar pistas sobre cómo hacer que finalmente adopten su cama y, además, nos ayudará a conocer mejor su mundo.

Aunque muchos dueños de gatos se sienten frustrados al ver que la cama que con tanto cariño escogieron permanece vacía, esta situación no debe ser motivo de preocupación, pues es bastante común que los gatos cambien sus hábitos de sueño y sus preferencias de descanso con frecuencia, influenciados por factores como la temperatura, el confort y la seguridad del lugar. En este artículo, vamos a explorar los motivos principales por los que tu gato podría estar evitando su cama, además brindaremos recomendaciones sobre cómo animarle a utilizarla, pero sobre todo, nos enfocaremos en cómo el entender estos factores puede ayudarte a ofrecerle un espacio que realmente satisfaga sus necesidades y preferencias.

La naturaleza territorial y los espacios de descanso en los gatos

Los gatos son animales muy territoriales y valoran la seguridad de su entorno, por lo qu este instinto puede influir en la elección de sus áreas de descanso. A menudo prefieren lugares elevados o apartados donde pueden vigilar sus alrededores sin ser molestados, por lo tanto, si la cama de tu gato está ubicada en un sitio donde se siente vulnerable o expuesto, es posible que esta sea la razón principal por la que la descarte como una opción para dormir tranquilo.

En su hábitat natural, los gatos tienden a seleccionar lugares ocultos o elevados para descansar, ya que estos sitios les ofrecen mayor protección contra posibles depredadores, peor en un hogar, estos instintos se traducen en una búsqueda de espacios que les proporcionen una sensación de seguridad. Para ayudar a que tu gato elija su cama, intenta ubicarla en un sitio tranquilo, alejado de corrientes de aire y en un lugar elevado o protegido, pues a veces, solo con mover la cama a un rincón más seguro de la habitación, puedes notar un cambio en su actitud.

Factores de confort y preferencias individuales

Cada gato tiene preferencias únicas de confort que influyen en dónde eligen descansar, pues algunos prefieren camas suaves y mullidas, mientras que otros optan por superficies más firmes o incluso frías, lo cual explica por qué algunos gatos eligen dormir en superficies inusuales como el suelo o el mármol en lugar de sus camas de tela. Además, el tamaño y la forma de la cama también pueden afectar su disposición a usarla, ya que las camas que son demasiado pequeñas o grandes pueden resultar incómodas y comprometer el bienestar del felino.

Para encontrar el lugar perfecto, es útil observar los patrones de descanso de tu gato y considerar sus preferencias de confort, por ejemplo, si tu gato parece preferir las superficies frías, considera una cama con una base rígida o que sea fácil de limpiar. Si, en cambio, prefiere un entorno cálido, puedes optar por una cama de tipo cueva que mantenga el calor. Adaptarse a sus preferencias aumentará la probabilidad de que tu gato la elija para dormir, por lo que debes prestar mucha atención a su comportamiento diario.

La influencia de los olores y el sentido del olfato

El olfato es un sentido extremadamente desarrollado en los gatos y tiene un papel importante en sus comportamientos, pues los olores extraños o intensos, como el de una cama nueva o detergentes con aromas fuertes, pueden disuadir a los gatos de usar su cama. Incluso el olor a humano o el aroma a otros animales en la cama puede ser un factor que contribuya a que la eviten, porque generalmente los gatos les gusta rodearse de olores familiares, ya que esto les brinda una sensación de seguridad y confort.

Para ayudar a que tu gato acepte su cama, considera dejar un objeto con tu olor o incluso una prenda de ropa suya encima, esto hará que el espacio le resulte más familiar y acogedor. Además, evita lavar la cama de su gato con frecuencia y, en caso de hacerlo, utiliza productos sin fragancias fuertes para que mantenga el olor que él percibe como familiar. También puedes colocar alguna mantita que ya haya usado antes, con el objetivo de que el olor sea reconocido como propio y le brinde esa sensación de armonía en su entorno.

Estrategias para fomentar el uso de la cama de tu gato

Si después de intentar estos ajustes tu gato sigue sin usar su cama, puedes recurrir a algunas estrategias adicionales, siendo una opción efectiva el asociar la cama con experiencias positivas, como ofrecerle premios o juguetes en ella, para que empiece a verla como un espacio propio y seguro. Además, puedes intentar rociar un poco de hierba gatera o valeriana en la cama, ya que estos olores resultan muy atractivos para algunos gatos y pueden animarles a pasar tiempo en su cama.

Es importante tener en cuenta que el proceso de adaptación puede ser gradual, así que no fuerces a tu gato a usar su cama, pues esto puede generar rechazo inmediato. En lugar de ello, deja que explore el espacio a su ritmo y trata de hacer que la cama sea lo más atractiva posible para él, siempre respetando sus tiempos y preferencias.